Última actualización: 13:45
Parte 17

Los secretos de la política y el espionaje en Argentina: la conspiración para matar a Aldo Scozzatti

Aldo César Scozzatti en sus últimos días en libertad.
Aldo César Scozzatti en sus últimos días en libertad.

Mientras el poder del ahora ex senador bonaerense Roberto Costa crecía en estructura dentro de los polos judiciales, en paralelo se iban suscitando discrepancias y presiones muy claras. A tal punto que el ex operador político y agente de inteligencia, Aldo César Scozzatti, habría sido visto como una gran amenaza dentro del círculo.

Sin ir más lejos, fuentes anónimas le indicaron a Argentina Ahora el inicio de las molestias con Scozzatti: “Por tener amigos y frecuentar sus casas. Dentro de la columna vertebral judicial de la Tercera Sección Electoral, como así también en la primera”.

De esta manera, a partir del núcleo de Costa, presuntamente comenzaron a trabajar desde las bases para poder “voltear” al ex operador político. “Había que correrlo del Senado bonaerense y todos los lados posibles. La idea estaba en debilitarlo”, aseguraron a este medio.

A partir del 2017, con la victoria intermedia del macrismo en las elecciones legislativas, Scozzatti buscó pasar desapercibido ante las tensiones que se habían comenzado a profundizar. Ya que, este sentía que lo perseguían y no había vuelta atrás a todo. “Cambió sus rutas para evitar cualquier tipo ‘accidente’”, recalcó.

Las cosas se pusieron tensas

Entre idas y vueltas, Scozzatti se refugió durante 60 días en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, en dónde “jugó con la vida y la muerte, manteniéndose siempre en jaque”. A tal punto de ser citado en la universidad de la ciudad para hablar con el ex senador Costa. Y allí se enteró de que este ya no quería trabajar con él.

“Te voy a matar”, habrían sido las frías palabras del ex senador bonaerense Costa a quién fue su mano derecha, Aldo César Scozzatti. Las mismas se dieron en la oficina de Claudio Bavio, dentro de la Facultad de Lomas de Zamora (provincia de Buenos Aires).

Misma expresión utilizó Roberto Costa en una reunión realizada en el Municipio de Escobar (Buenos Aires). “Ya me tiene las bolas infladas. Lo voy a matar a ese hijo de puta”, le habría señalado al operador Gustavo Laureiro Keiss.

Cabe subrayar que Scozzatti no se habría achicado ni retrocedido, llegando a invitar a comer a espías y demás comodoros enviados por sus enemigos. A lo cual siempre respondió de manera inteligente el ex operador político, para no demostrar ningún tipo de debilidad.

La desvinculación y posterior persecución

Costa y su gente le dejó en claro a Scozzatti que solamente quedarían en el aire las articulaciones respecto a la petrolera y, desde allí, quedaría el pago de un “sueldo” en negro, ignorando por alto que al ex operador político le habían sacado su hogar, amén de desplazarlo y generarle una enemistad con el ex SIDE Alejandro Patrizio Capurro.

Ya a partir de allí, se originó lo que fue la denuncia del ex legislador de la provincia de Buenos Aires contra Scozzatti en el Juzgado de Mercedes. Ya nada sería lo mismo en la vida del ex operador político.

Cabe subrayar que, en el interín de que Scozzatti volviera de República Dominicana, este recibió un llamado del difunto luchador profesional Jorge “Acero” Cali, el cual presuntamente fue enviado para asesinarlo de una vez. Por suerte, el plan no funcionó tras anticiparse el ex agente.

Sin embargo, la persecución judicial estuvo al pie de la letra como siempre y ello no tuvo otra que la “solución” de un lawfare que dejó tras las rejas al ex operador político y agente de inteligencia, Aldo César Scozzatti. ¿Seguirán de pie los planes por pasarlo a mejor vida?

Investigación:

Ulises Catriel Cuenca

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