El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desató una polémica luego de que se revelara que gastó casi 14 millones de pesos en la realización de un mural en la avenida Díaz Vélez, ubicado en Almagro, en pleno cambio de mandato.

La solicitud del servicio se hizo en diciembre bajo la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, pero la ejecución se llevó a cabo a principios de enero, ya con Jorge Macri asumiendo como jefe de gobierno.

La polémica surge, no sólo por el gasto desmesurado en medio de una crisis económica, sino que la empresa beneficiaria de la millonaria contratación fue Servicios de Producciones Artísticas SRL, adjudicada por un monto de 13.749.900 pesos, en un contrato plagado de irregularidades.

Según el pliego licitatorio, el objetivo de la contratación era el "acondicionamiento con intervención artística del muro avenida Díaz Vélez", abarcando un tramo entre las alturas 3400 y 3600, a lo largo del corredor verde en la Comuna 5.

Sin embargo, la situación toma un giro controversial al descubrirse que la empresa contratada subcontrató a un grupo artístico sin fines de lucro para realizar el mural, pagándoles una suma significativamente inferior.

Se trata del Grupo Artístico de Boedo, que llevó a cabo este trabajo en donde se resaltan elementos icónicos de la cultura porteña. Figuras como el Mercado de Abasto, Luca Prodan, Carlos Gardel, Diego Maradona y otros elementos de la cultura popular fueron plasmados en la obra.

A este grupo, la empresa solo le dio las pinturas y los elementos para hacerlo, el resto del dinero fue a parar a los bolsillos de los empresarios llamados Leandro Eduardo Cabo, ex novio de la modelo Jazmín de Grazia, y Pablo Kohlhuber, antiguo dueño de Rock and Pop.