En una conferencia en Puerto Madero, de la que participaron también los ex presidentes Mariano Rajoy, Sebastián Piñera y Álvaro Uribe, Mauricio Macri por un lado aconsejó “competir con altura" a los candidatos de Juntos por el Cambio, y a la vez se despachó con un ataque personal sobre Gerardo Morales, echando más combustible a interna.

En medio del virulento clima interno que amenaza con hacer estallar a la coalición opositora después de la amenaza de Patricia Bullrich a Felipe Miguel, jefe de Gobierno porteño, propias de una barrabrava, Mauricio Macri habló sobre su estrategia para las elecciones presidenciales de 2023, y disparó una andanada contra el Presidente de la UCR y Gobernador jujeño.

“Tienen que poner la energía en no agredirme a mí, porque eso no creo que saque muchos votos”, le respondió a Morales, quien había sentenciado en el Acto de homenaje a Raúl Alfonsín, el sábado pasado, que: “Liderar no es creernos que somos el mejor equipo de los últimos 50 años y luego fracasar”.

En el evento realizado en el Yacht Club de Puerto Madero, Macri insistió con su tesis de que “el año que viene se acaba el populismo en la Argentina por varias décadas”. Y, al momento de referirse a si será o no candidato, se limitó a expresar: “Dejémoslo acá”, con una sonrisa cómplice que fue celebrada por el auditorio. “Para mí está muy claro con todo lo que he hecho hasta ahora”, cerró Macri, entre los aplausos de los asistentes.

Sin embargo, lo que para los seguidores de Mauricio Macri es motivo de aclamación, profundiza la discordia interna en Juntos por el Cambio, donde todos están dispuestos a reconocerle un rol central en las elecciones 2023. Pero la alianza pende de un hilo con la indefinición que Mauricio Macri eligió como estrategia y que tan buen resultado le está dando.

“Tenemos que demostrar que podemos competir entre nosotros”, interpeló Macri a la fuerza opositora en su conjunto, y expresó sus deseos de que “Ojalá que en nuestra coalición haya muchas propuestas en las próximas primarias, para que los votantes elijan qué valores y qué ideas quieren llevar a cabo”.

Finalmente, cerró con un mensaje decidido de unidad: “Tenemos que ir a una primaria todos juntos, para hacer todas las reformas que necesita Argentina”. Claro está que buena parte de JxC no coincide ni con la postulación de Macri, ni con su plan despiadado para un eventual Segundo Tiempo.

Y no son sólo los radicales. También Elisa Carrió manifestó su disidencia con las manipulaciones internas que se impulsan en la coalición opositora para direccionar las candidaturas, a punto tal que advirtió que se postularía a la presidencia si excluyen a la Coalición Cívica de los cierres de lista. A ella, justamente, Macri le dedicó su última sentencia, bajándole el precio a la irascible “Lilita”: “Que compita, que compitan todos los que quieran”.