Política
Primera parte

Matías Lammens, el empresario y funcionario más rico de Argentina que esconde sus fortunas en paraísos fiscales

Los negocios oscuros del ministro de Turismo y Deportes de la Nación.
Los negocios oscuros del ministro de Turismo y Deportes de la Nación.

La pregunta del millón es cómo Matías Lammens, un simple kiosquero del barrio porteño de Núñez, pasó a ser uno de los funcionarios con mayor poder adquisitivo del país, que hoy en día aguanta en el poder pese a los miles de cuestionamientos, tanto de propios como ajenos. Este medio supo dar detalles, en ediciones anteriores, de sus múltiples artilugios que siempre lo dejan bien parado, a pesar de sus negocios turbios, las cuentas que tiene en el exterior, los testaferros que dan la cara por él, los beneficios que reciben sus amigos que son proveedores del Estado y tantos otros negociados. Pero empecemos de nuevo, porque hacen falta decenas (por no decir cientas) ediciones para contar los múltiples mecanismos que implementó durante todos estos años para hacer crecer su patrimonio.

Criado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Lammens estudió en el Colegio Nacional de Buenos Aires y concluyó la carrera de Derecho en la UBA con 22 años. Pero nunca ejerció, ya que su faceta de comerciante fue la que predominó, aunque las herramientas de estratégia de un letrado las utilizó para quedar siempre bien parado ante las acusaciones en su contra. En 2005, pasó de ser dueño de varios comercios chicos, a fundar Ñuque Mapu, la empresa dedicada a la distribución de vinos y bebidas alcohólicas que aún mantiene.

Actualmente tiene 42 años, vive en Palermo, y está en pareja con Mariana Gené, con quien tiene una hija de 4 años. Su madre es Esperanza Núnez Barbeto, quien figura como accionista en empresas como Carnes Avellaneda S.R.L, Carsur S.A., Carnipo S.R.L, Pilares Urbanos S.R.L (ex Morelos), Debarricas S.R.L. y Construcciones Gala, compartiendo sociedades con otros miembros de su familia, negocios que desarrollaremos en ediciones posteriores.

A través de un primo suyo, Lammens conoció a Marcelo Tinelli. La pasión por San Lorenzo forjó entre ellos una amistad inquebrantable, pero también generó un vínculo de negociados, más allá de las diferencias o chispazos que pudieron tener al frente del club de Boedo, porque -dicen- el dinero es más fuerte.

Por su parte, este medio logró revelar que su suegro, padre de su esposa, se dedicaría al negocio de los viñedos en Mendoza, bodega de la cual Lammens es accionista y distribuidor. Se trata de Gustavo Enrique Gené, abogado y socio del estudio jurídico Da Rocha - Gené - Munrabá. Matías Lammens se hizo accionista y distribuidor oficial de la bodega Terranova de la sociedad Terre D’Amis S.A. y tiene una caja de seguridad privada en el banco Santander de Uruguay, entidad bancaria donde su suegro tiene abierta una cuenta corriente. ¿Casualidad? No lo creo.

Pero no sólo con su suegro comparte ambiciones financieras y económicas. Con sus primas, principales socias y mano derecha, Daniela Meline y Sofía Nazelli Ohanessian, se descubrió una estrecha relación por la cual fue apuntada como sus principales testaferros a través de dos de las tantas empresas de Lammens: Debarricas S.R.L. la cual está sucia por donde la mires; y Tango S.A., una firma dedicada a los negocios inmobiliarios.

La vida de Matías Lammens puede resultar una historia de película, donde un joven kiosquero llegó a ser uno de los funcionarios más ricos de la Argentina. Pero, detrás de esa poética novela, se esconden hechos de corrupción, evasión y fuga de capitales.

No es noticia que el ministro de Turismo y Deportes posee cuentas en el exterior sin declarar a su nombre. El hombre con más poder adquisitivo del Gabinete de Alberto Fernández estaría evadiendo impuestos con empresas donde tiene participación accionaria y directiva. En una investigación exclusiva de Argentina Ahora, se descubrió que una “Cuenta Especial de Inversión” fue abierta en el Banco UBS Europe SE de Madrid, España, con 419.273 euros, lo que equivale a más de 67 millones de pesos argentinos en moneda oficial y más de 122 millones de pesos en el blue. Pero no es el único vínculo financiero que Lammens tiene con el país ibérico, sino que también se desprende de la investigación una cuenta corriente en el Banco Santander de Barcelona, que cerró en enero de 2020 siendo ministro, con un monto de 1.226.162 de euros. Otra cuenta fue abierta en Bahamas y la última en Uruguay.

Esto es solo una pequeña parte de los vínculos y negocios oscuros que Matías Lammens supo pergeñar durante estos últimos años junto a su madre, primas, suegro, amistades (algunos de ellos proveedores del Estado que salen beneficiados en millonarias licitaciones) y hasta dirigentes de Club San Lorenzo de Almagro. No se salva nadie de este circo de corrupción, el cual iremos desasnando a lo largo de los días.

Continuará...

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