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Parte 13

Los secretos de la política y el espionaje: Roberto Costa, el hombre clave del lawfare contra el kirchnerismo

El ex senador bonaerense y actual concejal de Escobar (provincia de Buenos Aires), Roberto Costa. (Foto: NOVA)
El ex senador bonaerense y actual concejal de Escobar (provincia de Buenos Aires), Roberto Costa. (Foto: NOVA)

La política y el espionaje siguen siendo el centro de la escena como consecuencia de los diversos vínculos y secretos que expone Argentina Ahora cada día. En esta ocasión, los reflectores se posan en el ex senador bonaerense Roberto Costa. Otra vez.

En esta nueva historia, el día a señalar es el 13 de agosto del 2018, quinto piso de Comodoro Py (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Allí se habrían reunido el ahora concejal de Escobar (provincia de Buenos Aires), el difunto juez federal Claudio Bonadio y el reconocido abogado del medio La Nación, Tomás Farini Duggan.

Por aquel entonces, la idea era llevar adelante el lawfare sobre la ahora vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner en lo que es el famoso caso del Memorándum de Irán. Aquí, Costa buscaba sus beneficios personales con la idea de “aportar” documentación que ayudara a la persecución oficial contra la ex mandataria.

Fuentes anónimas que estuvieron cerca de aquella cumbre en el despacho de Bonadio, indicaron a este medio lo que se charló, operó y cerró. Lujos y detalles de un entramado que tuvo nuevamente a Costa en la mira de cómo logró presuntamente hacerse de poder en el terreno de la Justicia.

Haciendo un poco de memoria

En uno de los capítulos anteriores, este portal sacó a la luz cuando el espía de confianza de Costa, Aldo César Scozzatti, le habría salvado la espalda en dos ocasiones al ahora edil de Escobar.

Sin ir más lejos, Scozzatti salvó al hijo del ex senador, Leandro Costa, en la causa por enriquecimiento ilícito en su contra, la cual llevaba adelante María Romilda Servini de Cubría.

Dato de color para vincularlo todo, presuntamente el abogado Duggan participó en dicha causa para poder lograr sacar aeroso a Leandro Costa. Teniendo así en sus manos el sobreseimiento, con total aporte del doctor de la pantalla de La Nación.

El armado del lawfare contra el kirchnerismo

Bonadio habría preguntado sobre cómo Costa había tenido acceso a documentación clasificada, entre anotaciones y logrando obtener al segundo chofer arrepentido de un funcionario K. “La pagué 70 mil dólares”, habría respondido tajante el ex senador bonaerense.

El quinto piso de Comodoro Py se tornó en total silencio. Ya que, la información supuestamente era de lo más importante para llevar adelante el lawfare contra CFK. Ahora bien… ¿Qué beneficio buscaba Costa?

Ante el diálogo de Argentina Ahora con anónimos que escucharon las voces del despacho, remarcaron que el ahora concejal de Escobar, por aquel entonces, aspiraba a quedarse con el Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires, lo cual no resultó luego de todo.

Sin ir más lejos, a partir de allí, su “plan B” fue llevar adelante otro lawfare, el cual tenía como objetivo a un importante cabecilla del Clan Moyano. Pero ello será tela para cortar en otro capítulo de esta novela.

Un aterrador detrás de escena

Las cosas no habrían pintado de la mejor manera para Roberto Costa, a tal punto de llegar a golpear las puertas de otras fuerzas, pero desde Propuesta Republicana (PRO) poco querían saber de él.

Jorge Macri lo tenía a raya y la ahora diputada María Eugenia Vidal se negaba a recibirlo en su despacho particular. En la misma línea, el ex presidente Mauricio Macri tampoco lo atendía, ya que notaban su caída en picada.

Scozzatti decidió trazarle vínculos al senador con el entonces luchador Jorge “Acero” Cali. Sin embargo, ambos se alejaron del operador político para seguir hablando a escondidas y, a su vez, intentar operarlo.

Más allá de todo, Scozzatti tenía aún a alguien de su suma confianza dentro y entre ellos dos: Miguel Belaustegui. De esta manera, pudo anticipar el ex agente de investigación y operador político varias “trampas” (la más letal en 2019). Aquellas que le dieron una oportunidad de mantenerse con vida.

Un hombre de poca fiabilidad

Así como Costa habría intentado operar a su hombre de mayor confianza, a tal punto de presuntamente querer verlo muerto, también contaría con un historial delictivo que ratifica todo.

Fuentes oficiales aseguran que el ex senador bonaerense “tiene la manía de mandar militantes de su riñón para que provoquen a camaradas de la Unión Cívica Radical (UCR), con la idea de siempre quedar él como cabecilla”.

Comentan que Costa llegó a traicionar a la mano derecha del ex intendente de San Isidro, Melchor Ángel Posse, el reconocido y ya difunto Luis Ricardo “El Turco” Jorge, quiénes lo ayudaron a ingresar en la política. Por ende, desde el radicalismo ya no quisieran verle el rostro al ahora concejal de Escobar.

Historias de traición hay varias que se comentarán en los siguientes capítulos. Por ejemplo, el caso de Leonardo Gasti de Zárate (provincia de Buenos Aires), quién le prestó 250 mil dólares para la campaña y, luego de los buenos resultados, ni siquiera ayudó a las cooperativas de trabajo locales, devolvió el efectivo tras 2 años y a los militantes de él ni siquiera un "gracias".

Ante todo lo referido, es propicio dejar en claro que cada hecho es para una historia nueva en la vida y currículum vitae de Roberto Costa, el senador de las mil y un caras. ¿Habrá mucho más como la supuesta compra de su título como doctor en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora? Ya se verá.

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