La policía busca intensamente a un peruano líder de una organización delictiva que trafica drogas en el barrio porteño 1-11-14 y en otros lugares de Flores, zona en la que las tres jóvenes asesinadas, según sus familiares, ejercían habitualmente la prostitución. Se investiga un nexo previo entre las víctimas y sus asesinos.
Los homicidios se habrían producido el mismo viernes, día de la desaparición
Hasta el momento hay cuatro personas detenidas, que estarían vinculadas al líder narco, las que tendrían domicilio alternativamente entre el bajo Flores y el sur del Conurbano
Las imágenes de las cámaras del Centro de Monitoreo de La Matanza identificaron la camioneta blanca, con patente adulterada, a la que las dos jóvenes de 20 años y la menor de 15 años subieron voluntariamente en la Rotonda de La Tablada el viernes.
La identificación del vehículo que hizo el municipio se aportó a la Justicia el lunes a la mañana, una vez conocida la denuncia por la desaparición de las tres jóvenes realizada por sus familiares la tarde del domingo
El impacto posterior de uno de los celulares en una antena de Florencio Varela activó la búsqueda en esa zona, en donde dos familiares del jefe narco ahora intensamente buscado alquilaban una casa en la que se habrían producido los asesinatos.
Hay fuertes críticas a la fiscalía por no haber requerido la intervención de las fuerzas federales y a la ministra Patricia Bullrich por haberse mantenido ajena a un claro caso interjurisdiccional.
La ministra está en el ojo de la tormenta por la impunidad con la que las bandas narcos peruanas ingresan la droga desde las fronteras norte del país, recorren 1500 kilómetros y operan luego en CABA y en el conurbano. “Hay inacción total de las fuerzas federales para combatir el narcotráfico”, sostienen sus críticos.