En vista al cada vez más probable y descontado cambio de signo político en diciembre de 2023, el reconocido economista y ex ministro Domigo Cavallo explicó su propuesta para desregular progresivamente el mercado de divisas del país, hasta culminar en un mercado único y completamente libre de cambios.
Cavallo se pronunció al respecto de las trascendencias mediáticas con respecto a su propuesta, aclarando que de ningún modo propone un modelo de tipos de cambios duales como un medio eficaz para organizar el mercado de divisas, sino que más bien propone una transición ordenada para una liberalización total (la misma organización que prevaleció durante la década de 1990 en Argentina).
El sistema cambiario que facilitaría la transición no traumática hacia el mercado verdaderamente único y libre de cambioshttps://t.co/7Q8geaCaAQ
— Domingo F. Cavallo (@domingocavallo) April 2, 2023
que un sistema de doble mercado sea la forma de organización cambiaria de un futuro plan de estabilización. Todo lo contrario, la estabilización eficaz de la economía sólo podrá comenzar el día que se haya logrado la unificación y liberalización completa del mercado cambiario
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Con el sistema actual el gobierno va a seguir perdiendo divisas y va a tener que imponer cada vez más restricciones a las importaciones. Se acentuará la expectativa de un salto devaluatorio en el mercado oficial. Yo he venido proponiendo que el control de cambios se limite al
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determinado por el Banco Central hasta la unificación completa. Por supuesto, deberá ajustarlo como mínimo al ritmo de la inflación, para impedir que sufra una apreciación real.
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Todas las demás transacciones cambiarias se cursarán por un mercado libre, sin ningún tipo de
dividendos, pero también ingresos decididos por inversores directos o financieros y atesoramiento sin limitación de montos.
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El tipo de cambio que resultará en este mercado libre tendrá el techo que imponga el deseo de los tenedores de dólares en el país o en el extranjero
a partir de un cierto precio del dólar libre, la tendencia sea a la apreciación real, no a la depreciación. Esta tendencia se acentuará cuando el nuevo gobierno comience a adoptar decisiones que restablezcan el equilibrio entre los precios relativos y en las cuentas fiscales.
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Lo importante de este esquema cambiario para la transición es que la convergencia hacia el mercado único y libre de cambios se producirá por vía de la apreciación del tipo de cambio libre y los exportadores no tendrán motivo para demorar sus exportaciones porque quedará claro
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Frente al caótico sistema cambiario actual, administrado por múltiples paridades administradas e impuestos distorsivos para desacoplar precios internos, el economista propone implementar un desdoblamiento directo: un tipo de cambio completamente libre para las todas las transacciones financieras (servicios reales y financieros, flujo de capitales, pago de dividendos, intereses) y un tipo de cambio comercial aún controlado por el BCRA para las operaciones del comercio exterior (exportaciones e importaciones de bienes).
“Yo he venido proponiendo que el control de cambios se limite al comercio exterior de bienes. Ahora insisto que será imprescindible hacerlo después de las PASO si del resultado queda claro que el futuro gobierno considera que se debe llegar a un mercado único y libre de cambio”, explicó Cavallo.
La paridad cambiaria libre ya no supondría ningún riesgo para la acumulación de reservas del Banco Central, se ajustaría por el juego entre la oferta y la demanda, y supondría una rápida desregulación para una gran cantidad de transacciones que hoy se encuentran brutalmente reprimidas por el Estado.
Asimismo, el exministro considera que el mantenimiento temporal de un tipo de cambio comercial podría facilitar la transición a la liberalización. La principal motivación de Cavallo por seguir esta estrategia y no cualquier otra, es precisamente evitar que la unificación cambiaria mediante un fuerte sobresalto devaluatorio en términos reales (con sus debidas consecuencias en expectativas y condiciones sociales).
La relativa estabilidad del dólar en términos reales también puede ser entendida como una suerte de “ancla” en las expectativas de inflación, y un hecho que demostró ser particularmente eficaz durante el lanzamiento del plan de Convertibilidad orquestado por el propio Cavallo.
En lugar de un fuerte inestabilidad cambiaria, y mediante la implementación de un programa de estabilización que involucre profundas reforma estructurales, el solo anuncio de una posterior liberalización cambiaria por parte de un Gobierno renovado de confianza permitiría unificar el mercado con apreciación real, tal y como ocurrió en la experiencia de marzo de 1991 o noviembre de 1976.
“Lo importante de este esquema cambiario para la transición es que la convergencia hacia el mercado único y libre de cambios se producirá por vía de la apreciación del tipo de cambio libre, y los exportadores no tendrán motivo para demorar sus exportaciones porque quedará claro que la unificación del mercado cambiario no implicará salto devaluatorio significativo del tipo de cambio comercial”, explica el economista.