La Dirección de Aeronavegación Oficial de la provincia de Buenos Aires (DPAO y PA) se encuentra encabezada por un histórico, el ingeniero Alejandro José Pesarini, funcionario dependiente del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, quien ha llegado a dicho cargo por el mero transcurso del tiempo, y no por la verdadera capacidad.

Este hombre ha desempeñando su función valiéndose de malos tratos y persecución para sus empleados, despotismo, utilizando fondos del Estado para otorgar premios o castigos según su criterio, al dar o quitar las bonificaciones percibidas por los empleados de esa dirección, los cuales son administrados por su persona y otorgados de manera discrecional, lejos de cumplimentar la ley que regula los mismos (lo que hace pensar la retribución hacia su persona de dádivas para la obtención de los mismo). 

Asimismo, ejerce el cargo de coordinador UID-GTA-GIAI, en el Instituto de Perfeccionamiento Aeronáutico, actividad para la cual hace uso de los elementos de la DPAO y PA para llevar a cabo la actividad, como son el uso de un hangar ubicado dentro del aeropuerto de La Plata, que fue cedido a la Universidad de La Plata. El mismo personal de la dirección dicta clases y realiza actividades administrativas, siendo que los días que están en el Instituto son exceptuados de su trabajo en la dirección. Además, otorga días de franco, servicio de internet, teléfono, instalaciones dentro del aeropuerto a cambio de “retornos”. 

En el caso de pilotos y mecánicos les da módulos específicos, cuando están de vacaciones, u cualquier otra licencia lo que da a luz una clara estafa al Estado provincial por percibir $140.000 más el sueldo, lo que resulta el doble o triple que un empleado de la misma Dirección. 

Otra cosa que este personaje inició es el aumento de las horas y bonificaciones, lo que genera malestar entre los empleados que no son agraciados por no pertenecer al grupo selecto donde recaen estos beneficios; como también la solicitud de mecánicos aeronáuticos, a sabiendas de que dos de ellos están haciendo tareas administrativas, por el simple hecho de no encontrarse alineados a las demandas de Pesarini, situación para la cual se vale de empleados que se encuentran tanto tiempo como él.

No sólo eso, sino que también maltratan al personal de su mismo rango, por su cercanía con el antes mencionado, toda esta situación no pasa desapercibida por el director provincial Santiago Adaime, quien no logra controlarlo ya que se encuentra amenazado por este personaje, al decir que llevará al paro de actividades a los pilotos y mecánicos, como ocasionar otros problemas que harían perder su puesto sino se ajusta a sus intereses. 

Sin dejar de mencionar como último su desapego y mal habla sobre el ministro de Seguridad, Sergio Berni, sobre su gestión y la compra del avión, hecho sobre la cual estuvo implicado, como así también en la realización de un proyecto sobre el aeropuerto de La Plata, por el cual intentó cobrar millones a la provincia siendo funcionario de la misma, el cual fue denunciado sin ninguna consecuencia para él ni para su subsecretario, Julio Tornero.