"El proceso de diálogo sigue. Quizás sin foto, pero sigue", aseguró un Eduardo “Wado” de Pedro llamativamente conciliador, muy distinto del que venía mostrándose las semanas anteriores.

an grande fue el giro copernicano que experimentó, que hasta defendió la gestión actual (aunque aceptó que podría haberse gestionado mejor) y solicitó a la ciudadanía la renovación de la confianza en el Frente de Todos.

"Nosotros prometimos volver a ordenar la vida de la gente en 2019 y llegó la pandemia, la guerra y la sequía pero también podríamos haber hecho las cosas de otra forma, con resultados mejores tratando de redistribuir, haciendo un esfuerzo mayor en todas la áreas de gobierno. Lo que pedimos hoy es hacer un esfuerzo para que este dolor de cuando uno ve los números de la pobreza se transforme en políticas concretas que cambien la realidad de la gente", afirmó.

Y recordó que: "Vino (Mauricio) Macri, generó una transferencia de recursos hacia los sectores más pujantes que desordenó la vida de, por lo menos, la clase media y la clase baja. Con lo cual, para nosotros esta es la discusión: cómo ordenarle la vida a la gente", argumentó.

Respecto de las PASO, indicó que "Ese es el escenario definido por el presidente Alberto Fernández, el año pasado, cuando muchos sectores del Frente de Todos le proponían distintas alternativas y él como presidente del Partido Justicialista definió que lleguemos hasta esta instancia".

Y remató, sorpresivamente, aceptó que lo correcto es actuar "siguiendo la estrategia" propuesta por el presidente, de que "se usen las PASO para definir las candidaturas del Frente".

"Estamos en un proceso de entendimiento de cómo se llega a las PASO. Hoy lo que más está adentro del resto de los actores es ir a unas PASO con dos fórmulas", aseguró.

De Pedro explicó que: "Hay un proceso de diálogo dentro del Frente respecto a cuáles son los pasos a seguir. Así que, como todavía falta para los plazos de la ley electoral, todavía nos da un poco más de tiempo, este proceso de diálogo todavía tiene tiempo".

También le bajó la intensidad a la competencia electoral interna, al informar que la negociación: "Se está dando entre miembros que fueron a la mesa del Frente de Todos y que acordamos que haya responsables de llevar la interlocución. Con lo cual hoy, estamos en un proceso de diálogo normal".

Finalmente, recordó que todavía no hay ningún precandidato confirmado dentro del Frente de Todos, por lo que todo está abierto. Y aunque no lo explicitó, tácitamente sugirió la posibilidad de que las diferencias internas se definan en una interna entre Cristina y Alberto.

Es que todos en la coalición oficial tienen en claro que, más allá de sus diferencias y confrontaciones (a menudo mucho más allá de lo razonable) la necesidad de reafirmar la unidad se impone para tener alguna chance. Aunque sea, inducidos por el espanto.