La salida de Elizabeth Gómez Alcorta del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades, hizo que el presidente Alberto Fernández gire mucho más a la izquierda en la designación de una cartera que es sumamente eje del progresismo oficialista.

Asimismo, se terminó dando la asunción de la militante feminista y lesbiana Ayelén Mazzina, lo cual evitó que la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner tomara el control de la cartera que maneja unos 35 mil millones de pesos este año, y es responsable de políticas de género por hasta 2 billones anuales.

Se trata de una mujer bochornosa, oriunda de la provincia de San Luis e íntima de Alberto Rodríguez Saá. Esta tiene una carta de presentación muy particular: “Soy lesbiana, puntana y peronista”.

Ya en su provincia, ocupaba el cargo de Secretaría de la Mujer, Diversidad e Igualdad, desde la cual impulsó la Ley de Paridad de Género, aprobada en 2020 en San Luis. Próxima a cumplir los 33 años, Mazzina se desempeñó como concejal por la ciudad de San Luis antes de encargarse de promover la desigualdad de género en su tierra natal.

Derrochando el dinero que no le pertenece

Apenas unos días antes de su arribo a Nación, fue la principal organizadora del “35 Encuentro plurinacional de mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, intersexuales y no binaries” realizado en San Luis, un “territorio huarpe, comechingón y ranquel”.

Como reveló el medio El Disenso, la fiesta le salió a los puntanos más de 350 millones de pesos, y el gasto de este encuentro “plurinacional” contó con la firma directa de Mazzina, para solventar la autogestión de “les participantes”. El decreto fue publicado íntegramente en lenguaje inclusivo.

La flamante funcionaria demostró que es experta en dilapidar recursos públicos para hacer eventos bombásticos para las comunidades LGBT, que han aprendido a disfrutar cómodamente de la discriminación positiva que ejerce el Estado argentino en su favor en los últimos años.

A diferencia de Gómez Alcorta, que mantuvo un perfil bajo mientras metía políticas de género en todos los ministerios del Gobierno, Mazzina promete llevar a cabo una agenda más visible, con más gastadero de recursos públicos, y una posición intransigente ante la enorme porción de la sociedad que no quiere que el Estado promocione una preferencia sexual como un acto heroico.