Con un país fundido y con serios problemas económicos, en especial por la inflación y la pobreza, el Gobierno nacional a cargo de Alberto Fernández se da el lujo de adquirir una gran cantidad de fichas de afiliación política por un presupuesto millonario.

A través de una Compra Directa, bajo el expediente EX-2022-54799263, la Dirección General de Administración Pública adquirió 2.500.000 fichas de afiliación y adhesión con destino a las agrupaciones políticas.

Según las especificaciones técnicas, las mismas deben ser de una dimensión de 20x12, de material PVC, a color y con un gramaje de 120 gr.

Esta compra incluye el servicio de impresión, provisión, empaquetado y posterior entrega de fichas de afiliación y fichas de adhesión con destino a las agrupaciones políticas reconocidas y en proceso de reconocimiento.

La compra directa fue adjudicada, como su nombre lo indica, directamente a la Imprenta del Congreso de la Nación. Por este servicio, se desembolsará 6.700.000 pesos de las arcas del Estado.

Lo llamativo de esta compulsa es que el Gobierno no blanqueó el pliego, con bases y condiciones, ni tampoco el llamado a licitación, por lo que no cumple con las disposiciones legales de transparencia que ellos mismos pregonan.