“Hemos vivido una situación horrible”, declaró el vicepresidente del Club Peñarol de Olmos, Mariano Villalba, quien debió enfrentar la agresión física y verbal por parte de una familia de supuestos propietarios de los terrenos en los que se ubica la institución.

Cabe señalar que el Peñarol de Olmos compró los terrenos en 1990 y desde ese entonces cumple una función social y comunitaria reconocida y avalada por toda la comunidad.

Sin embargo, Villalba recibió un llamado alertando que la familia Paté se encontraba dentro del predio del Club ocupándose.

Ante esta situación, Mariano Villalba se presentó para charlar con esta gente, pero su cordialidad fue respondida con insultos y amenazas tanto de Matías Paté, como de su padre Alberto y luego de su otra hija, Paola.

Estos hermanos vociferaron que “el Club no puede tener en su comisión directiva a un negro de mierda como él, que tanto Matías como Paola son penitenciario y policía respectivamente”, y que “a los negros de m se los mata”.

Villalba sugirió llamar a la policía para dirimir la cuestión, debido a que la familia ocupante no se disponía a abandonar el terreno, frente a la incredulidad de numerosos testigos que se asomaban a observar los hechos.

Lamentablemente, ante el llamado a la policía, la familia Patte se puso aún más violenta, alcanzando una efusividad al borde de la agresión física, pero afortunadamente Mariano Villalba logró esquivar los golpes que se dirigían a su cuerpo.

Ante la inminente llegada de los efectivos, Paola Paté destacó que al ser ella policía recibiría los favores de la fuerza, en detrimento del vicepresidente del club que es “un negro”. Al apersonarse el personal policial, esta violenta familia se retiró del terreno del Club propinando insultos y amenazas.