Una investigación periodística y el testimonio de un arrepentido desnudaron una trama de ocultamiento espionaje y sobre todo un falso apoyo a la figura del ministro de Seguridad, Segio Berni, que se controlada desde una "granja de troll", comandada en este caso por el inefable Mario Baudry, fuera de la gestión debido a los múltiples escándalos que le tocó protagonizar.

Según el relato de Daniel Sosa, ex concejal marplatense del PJ, y a cargo de la "unidad ministro" en la cartera de seguridad al inicio de la gestión, "había 40 personas que hacían un trabajo de redes que lo manejaba el jefe de Gabinete Mario Baudry, y que había que tener permiso para circular".

El ejército de trolls funcionada en un lugar físico a menos de 5 cuadras del ministerio, y no solo se dedicaba a apoyar la gestión de Berni, sino que hacía además tareas de ciberpatrullaje y espionaje electrónico a través de las redes sociales, por lo que su actividad estuvo todo el tiempo al límite de la legalidad.

"Analizar las redes no sé si es hacer inteligencia, es tratar de adelantarse a lo que está pasando en los barrios y a veces hasta se ofrecen cosas robadas por Internet. De todas maneras, no hay nada oculto, todo eso es información pública", trató de explicar Sosa para despegarse del escándalo, que sin embargo salpica de lleno al ministro y a quien fuera su mano de derecha desde la jefatura de gabinete.

El funcionamiento de esta dependencia "en las sombras", era idéntica al famoso troll center que supo tener a su cargo Marcos Peña, el ex jefe de Gabinete de Mauricio Macri. En este caso alrededor de 40 personas gestionaban diariamente centenares de cuentas "truchas" en plataformas como Twitter y Facebook, para lanzar mensajes de apoyo a Berni e instalar temas de debate.

Pero, además, los empleados tenían una segunda función, que era el seguimiento de los tópicos de discusión relacionados a la cartera de seguridad y sobre todo al ministro, por lo que desarrollaban un permanente ciberpatrullaje para detectar las críticas, e incluso identificar a los productores de esos contenidos.

El claro abuso de autoridad está a tono con el resto de la gestión de Baudry, que contrató a su pareja Verónica Ojeda por una suma millonaria, aunque sin función alguna en el ministerio, intentó construir sin éxito una base territorial propia despilfarrando recursos del Estado.

Hasta quedó envuelto en un escándalo cuando les ordenó a uniformados de un piquete policial que omitieron elaborar un informe luego de que Ojeda intentara circular por la ruta 2 sin el correspondiente permiso en medio de la cuarentena más estricta por la pandemia de Covid-19.

Baudry había desplazado a todo el equipo de comunicación de Seguridad, incluyendo a figuras históricas, de carrera y que conocían en manejo interno de la información, lo que tuvo como consecuencia un verdadero desastre para Berni y el resto de los integrantes de su equipo que vieron naufragar cada una de sus iniciativas por la impericia del jefe de Gabinete en el manejo de los medios.