A lo largo del 2021 se especuló y se analizó la situación de los jóvenes en materia de educación durante la pandemia. Tras un nuevo informe de UNICEF las cifras alarmaron a los mismos docentes y familiares que pedirán algún tipo de explicación al Gobierno que prometió brindar una ayuda.

El dato fue presentado a los ministros de Educación de las 24 jurisdicciones. El relevamiento destaca que en el 84 por ciento de los hogares se reportó que los chicos retomaron al menos un día la presencialidad en este año, en otro 7 por ciento algunos hijos volvieron y otros no, pero alerta de que aún hay un 9 por ciento -1.009.000 estudiantes- que todavía no recuperaron el vínculo presencial.

El informe hace un desglose por regiones. Los mejores niveles de presencialidad se encuentran en la región pampeana y en Cuyo, donde son menos del 5 por ciento los chicos que no tuvieron clases presenciales.

En cambio, los peores indicadores nos muestra la Patagonia (23 por ciento) y el Noreste (21 por ciento).

Asimismo, el relevamiento comprobó que la presencialidad escolar tuvo un impacto “sumamente positivo” entre los estudiantes, que necesitaban volver a las aulas: 9 de cada 10 familias destacaron que el regreso había mejorado el estado de ánimo de los chicos.

En la misma proporción, los adolescentes afirmaron que se alegraron al volver a la escuela y encontrarse con sus compañeros.

Una de las mayores dificultades con las que se toparon las familias durante la pandemia fue la falta de acceso a la tecnología. Si bien identificaron una leve mejora respecto de 2020, la situación aún es compleja: 1 de cada 2 hogares no cuenta con una computadora para uso escolar en la casa.

El reporte refleja que el 26 por ciento de los hogares no acceden a la escolaridad virtual ya sea porque no tienen dispositivos -computadora o celular- o porque no tienen internet en la casa. Los datos muestran que 1 de cada 4 hogares cuyos chicos cursan exclusivamente a distancia carece de recursos tecnológicos.