Este jueves por la mañana, a la salida de Radio Mitre, Marcelo Peretta (secretario del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos y candidato) confrontó al periodista Eduardo Feinmann por lo que definió como años de "agresiones personales" desde el aire.
Peretta sostuvo que su gesto no fue una acción impulsiva sino la respuesta de un dirigente cansado de ver cómo los ataques mediáticos repercuten en su familia, en sus afiliados y en la confianza pública.
Hoy fui a la puerta de la radio a exigir respeto. Feinmann no es víctima: lleva semanas hostigándome desde su micrófono. Todos saben a qué intereses responde, incluso los grandes laboratorios.
— Marcelo Peretta (@MarceloPeretta) August 21, 2025
Por todo eso lo denuncié en la Justicia. Y hoy a las 18.30 voy a estar en @CanalNetAr con Diego Moranzoni y @nasmagroup explicando todo lo que pasó.
— Marcelo Peretta (@MarceloPeretta) August 21, 2025
Un reclamo público que se apoyó en las redes
Antes y después del cruce, Peretta volcó su reclamo en redes sociales. En un post dirigido al conductor escribió que lleva "tiempo sufriendo los ataques de Eduardo Feinmann" y que no se trataba de críticas sino de "agresiones personales que buscan desacreditarme".
Afirmó que fue a la puerta de la radio "a exigir respeto", que defiende a los trabajadores y la salud pública, y explicó que por eso decidió llevar el caso a la Justicia.
Esa voz pública (la de un dirigente que reclama derecho a réplica y que además denuncia presuntos intereses de grandes laboratorios detrás de determinadas coberturas) fue el eje de su defensa ante los medios.
El gesto de Peretta como actitud de representación
Quienes conocen a Peretta subrayan que su trayectoria en el sector farmacéutico lo obliga a saldar cuentas cada vez que, según él, hay cobertura que confunde opinión con difamación.
Desde esa mirada, lo sucedido no es sólo un episodio personal: es la reacción de un representante sindical que, además de pedir explicaciones, reclama límites para la exposición que, en su versión, pone en riesgo la integridad moral de trabajadores y afiliados.
En ese marco, su acción puede leerse como un gesto político: enfrentarse públicamente a un comunicador con influencia masiva para visibilizar un problema que, según Peretta, excede lo personal y toca intereses económicos poderosos.
La otra versión y el proceso judicial en marcha
El periodista Eduardo Feinmann dio una versión distinta: dijo sentirse agredido y anunció que presentaría una denuncia por lesiones y daños.
Tras el cruce, la Justicia porteña actuó y, según medios que siguen la causa, se abrió una investigación y Peretta fue citado en el marco de la causa.
En cualquier caso, el conflicto quedó ahora bajo la órbita judicial, donde deberán dirimirse las versiones y las pruebas, incluida la documentación audiovisual que circuló en redes y en portales de noticias.
Qué queda en claro
Más allá de interpretaciones, lo que dejó la mañana fue la imagen de un dirigente que decidió no tolerar lo que califica como hostigamiento reiterado: habló en la calle, lo dijo en redes y formalizó el planteo en la Justicia.
Para sus seguidores y para quienes priorizan la defensa de los trabajadores y de la salud pública, Peretta actuó con coraje para hacer visible un problema (según él, permanente) en la agenda mediática.
Ahora será la Justicia la que determine responsabilidades; mientras tanto, Peretta reafirmó su discurso de defensa gremial y sanitaria frente a "operaciones mediáticas".
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