Política
Polémica medida

Dictadura mediática: Milei evalúa un "botón silenciador" para la prensa en Casa Rosada

El Gobierno busca restringir preguntas y repreguntas en conferencias, sumando más controles a los periodistas acreditados.
El Gobierno busca restringir preguntas y repreguntas en conferencias, sumando más controles a los periodistas acreditados.

En una sorprendente medida que ha desatado fuertes críticas, el Gobierno de Javier Milei evalúa la incorporación de un "botón silenciador" para las conferencias de prensa en Casa Rosada. Según información revelada, el dispositivo comenzaría a implementarse en las próximas semanas y tiene como objetivo "ordenar" el trabajo de los periodistas, limitando su capacidad de preguntar y repreguntar. Esta iniciativa llega tras la polémica que generaron las restricciones impuestas durante el acto de apertura de sesiones del Congreso, donde los reporteros y fotógrafos se vieron obligados a trabajar bajo condiciones incómodas y alejadas del acceso habitual.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, explicó que el nuevo protocolo incluirá que los periodistas sólo puedan realizar una pregunta por turno, eliminando la posibilidad de repreguntar. Este "orden" impuesto al periodismo no hace más que generar una alarma sobre la libertad de expresión en el país, donde se busca cada vez más limitar el intercambio directo entre los medios y el poder. Y como si fuera poco, los nuevos lineamientos también incluyen la obligación para los periodistas hombres de asistir a las conferencias con saco y corbata, un detalle que, en lugar de "ordenar" el espacio, sólo añade una capa de control innecesaria.

Más alarmante aún es la inclusión de influencers y youtubers en las conferencias de prensa, personas que, sin contar con la acreditación habitual, podrán ingresar y formular preguntas, algo que genera serias dudas sobre la transparencia del proceso informativo. El precedente de figuras como el youtuber libertario Mariano Pérez, con posturas abiertamente favorables al Gobierno, deja entrever que se busca asegurar que solo ciertos intereses ideológicos tengan voz en los medios oficiales.

A esta nueva ofensiva contra la libertad de prensa se le suma la resolución que exige que todos los periodistas acreditados tengan un vínculo laboral de dependencia con sus respectivos medios. Esta medida excluye a muchos de los profesionales independientes que actualmente cubren la política y restringe aún más la diversidad de voces en los medios.

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