En medio de las discusiones entre el Gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires por el uso de las pistolas Taser, la división contrataciones de la Policía Federal compró 100 armas eléctricas por unos U$S170 mil, es decir, poco más de $32 millones al tipo de cambio comprador del Banco Nación.

Fue días después de que la administración de Horacio Rodríguez Larreta reflotó un viejo reclamo para que Alberto Fernández y Cristina Kirchner autoricen el uso de unas 60 pistolas Taser compradas años atrás y el debate tornó cada vez más intenso.

El jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, actualmente a cargo de la conducción del Ministerio de Seguridad y Justicia por la licencia de Marcelo D’Alessandro, fue el encargado de reavivar las llamas. “Hace más de dos años las compramos pero el Gobierno Nacional tiene frenada la importación desde entonces. No es un tema de decidir usarlas sino de poder importarlas”, planteó en redes sociales.

“Como todos saben, la importación de armas en Argentina requiere la autorización del Gobierno Nacional”, sostuvo. Y agregó: “La traba a la importación de las pistolas taser está en la Justicia. Hace dos semanas hubo, ante un amparo de CABA, una sentencia judicial que ordena al ANMAC a definir la situación”.

Las Taser millonarias

Según pudo saber este medio, se trata de 100 pistolas Taser modelo T7, que llegarán al país con accesorios y licencias. Se trata de una contratación directa por adjudicación simple por exclusividad. La firma que proveerá las pistolas es AXON Enterprise Inc, a la que se le pagarán U$S 169.990.

Respecto a las especificaciones técnicas del arma se detalla que son 100 pistolas eléctricas, tipo paralizante. La contratación directa 10/2022 fue publicada este miércoles en el Boletín Oficial.

El proceso de compra se inició en noviembre de 2022 y la adjudicación se produjo en los últimos días de diciembre de 2022. Finalmente la orden de compra llegó en febrero de este año. La compra se autorizó el 15 de este mes, tan solo un día después del asesinato de Zalazar, que recibió dos disparos cuando quiso intervenir en una discusión entre un pasajero y un trabajador del subte. El asesino le quitó su arma reglamentaria y disparó.