Boca Juniors quedó inmerso en un nuevo caso de violencia de género protagonizado por un futbolista de su plantel profesional, esta vez Eduardo Salvio, quien se expuso a una dura sanción por parte del club luego de atropellar a su expareja con su auto y huir del lugar del incidente en el barrio porteño de Puerto Madero.
El hecho ocurrido durante la madrugada en la intersección de las calles Juana Manso y Azucena Villaflor alteró una semana en la que Boca había encontrado cierta tranquilidad después de su victoria sobre Always Ready de Bolivia (2-0) en la fase de grupos de la Copa Libertadores.
Boca se sacude con un nuevo caso de violencia de género que puede terminar con sanción a Salvio https://t.co/l0lb8n81qH
— El Liberal (@elliberalweb) April 14, 2022
Salvio, de 31 años, no acudió en la mañana del jueves al Centro de Entrenamiento de la localidad de Ezeiza por consejo dirigencial y se esperaba se presentación en la fiscalía porteña para "acreditar su inocencia", adelantó su abogado Mariano Cúneo Libarona.
Una cámara de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires comprobó que el futbolista, denunciado por violencia de género, arrastró a su expareja colgada de la puerta del acompañante de su vehículo, luego de mantener una discusión en la puerta de su domicilio.
Las imágenes viralizadas registraron el momento en que el jugador de Boca realiza una peligrosa maniobra para escapar de la mujer (Magalí Aravena), que lo había alcanzado en otro automóvil para recriminarle presuntamente que se encontrara con otra mujer días después de haberse separado.
Mientras la mujer intentaba abrir la puerta del acompañante, el auto referido en la denuncia policial como un Mercedes Benz A250 dio marcha atrás para ganar radio de giro y luego avanzó hacia la derecha, momento en el que arrastró con su vehículo a la víctima.
El titular del SAME, Alberto Crescenti, confirmó en declaraciones periodísticas que los médicos llegados al lugar constataron "un traumatismo mínimo del miembro inferior de una de las piernas" de la mujer, "que no requirió traslado por ambulancia".
Boca emitió un comunicado oficial en el que se puso a disposición de la víctima y la Justicia para el esclarecimiento del caso y con el que ratificó su compromiso absoluto en cuestiones de género e igualdad.
Tras la agresión sobre su expareja, Salvio se expone a sanciones como la "amonestación, suspensión, cesantía y expulsión" de Boca, según lo previsto en el protocolo elaborado por el Departamento de Inclusión e Igualdad.
Esa norma interna contempla "todos los hechos de violencia en razón de género que se produzcan dentro de las instalaciones del club o que afecten a éste, como así también todas las personas, sin necesidad de distinguir el tipo de modalidad que los vincule con la institución".
El protocolo regula "los comportamientos, acciones, omisiones y conductas realizadas por sus autoridades, dirigentes, asociados, asistentes, invitados, participantes, deportistas, auxiliares, empleados/as, terceros/as que presten servicios permanentes o temporales, gratuitos u onerosos, que colaboren con la institución, que se encuentren en la institución o en cualquiera de los ámbitos de aplicación y/o cualquier otra persona que se reconozca afectada en el ámbito de la institución o que afecten al mismo".
Las situaciones de violencia reconocidas por ese reglamento alcanzan el ámbito físico, psicológico, sexual, económico y patrimonial y simbólico.
Entre las modalidades de violencias especificadas, una prevista en el artículo 6, inciso G, encuadraría en lo sucedido esta madrugada en Puerto Madero:
*Violencia contra las mujeres en el espacio público: aquella ejercida contra las mujeres por una o más personas, en lugares públicos o de acceso público, como medios de transporte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales, con connotación sexual, que afecten o dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia y/o generen un ambiente hostil u ofensivo.