Los gobiernos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mendoza y Córdoba, decidieron restablecer el dictado de clases presenciales y volvieron a asegurar que las escuelas no son un lugar de alta tasa de contagios.

Al respecto, las entidades gremiales docentes de cada una de las ciudades nucleadas en la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) repudiaron las medidas oficiales y demandaron la urgente suspensión de la presencialidad hasta que baje la curva de contagios.

Por su parte, la secretaria general de Ute Ctera Capital, Angélica Graciano, aseguró que la decisión tomada por el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, es “un comportamiento absolutamente anti cuidados” y que no se explica desde los números de contagios.

“Priorizan las encuestas antes que la preservación de la vida de la comunidad. Esa partidización de las discusiones los lleva a tomar decisiones equivocadas que atentan contra la salud”, detalló la dirigente.

En Mendoza, en tanto, el gobernador Rodolfo Suárez también defendió el dictado de clases en las aulas y ratificó que en el distrito se registran actualmente “los mismos picos de contagio que en los lugares en los que el confinamiento es mucho más estricto y duro”.

El mandatario provincial insistió en que “la escuela no es un lugar de ultracontagio”, sino más bien un espacio de propagación del virus como cualquier otro, ya que se atraviesa una pandemia.

Asimismo, la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) también reclamó su rechazo a la medida de retornar a la actividad escolar a través de la presencialidad.

“Somos conscientes de los problemas y límites de la educación virtual. Sin embargo, hoy la vuelta a las aulas es un riesgo para la vida y una irresponsabilidad política. Los sindicatos de las y los trabajadores de la educación de Córdoba continuaremos garantizando el derecho a la educación de las y los estudiantes cordobeses a través de medios virtuales”, finalizaron.